Autor: César Francisco Giacosa
En el artículo anterior hemos presentado el concepto de la Transformación Digital (TD) como la integración de la tecnología digital en todas las áreas de un negocio, que cambia fundamentalmente su forma de operar y de entregar valor a los clientes.
En este artículo nos vamos a referir a los siguientes conceptos que ya están operando en la Industria 4.0: Cloud computing, Internet de las cosas (IoT) y los sistemas integrados de la información.
Las empresas que deciden avanzar en un proceso de TD, lo hacen como un equipo de personas dedicadas al mismo, y no solo bajo la responsabilidad de un área funcional específica.
Podemos esquematizar los dos mundos físico y digital con las siguientes vinculaciones, que vamos a comentar en este artículo y en el siguiente:
Internet de las cosas
La internet hoy en día es una red global de computadoras interconectadas que se comunican e intercambian información y dispone de 5000 millones de usuarios.
La Internet de las cosas (Internet of Things – IoT) refiere a una red de objetos físicos conectados a internet que pueden recopilar y compartir datos.
IoT es el conjunto de esfuerzos desde todo punto de vista técnico, para crear escenarios de monitoreo y control remoto, que podrían emular situaciones que podrían ser vividas de manera presencial. Esta creación de escenarios se hace en base a tecnología de tipo electrónica; en conjunto son transductores (sensores, actuadores, cámaras) que nos permiten acceder a dispositivos en lugares lejanos. Estos escenarios en muchos casos ni siquiera son supervisados por el ser humano, sino que son las máquinas, los dispositivos, que se comunican entre ellos a través de plataformas. Esta comunicación se lleva a cabo según un modelo de publicación/subscripción, con protocolos del tipo “machine to machine” (M2M).
Estos objetos tienen la capacidad de comunicarse entre sí, tomar decisiones conjuntas, y seguir comportamientos predeterminados. El uso de objetos inteligentes, es decir dispositivos con conectividad, permite capturar y controlar de forma autónoma una multitud de procesos, que pueden ser aplicados a casos específicos de la producción industrial.
Los principios y tecnologías que aplican para la IoT son:
- Comunicación y cooperación. Los objetos tienen la capacidad de estar conectados entre sí a través de plataformas.
- Capacidad de direccionamiento. Los objetos pueden ser configurados como unidos a través de algún ID específico que los haga individualizables.
- Detección. Los objetos recopilan información, graban y reportan datos.
- Actuación. Los objetos pueden y en muchos casos debieran tener actuadores que les permita manifestarse en su entorno.
- Geolocalización. Los objetos inteligentes en muchos casos deben identificar su ubicación física.
- Interfases de usuario. Los objetos inteligentes pueden comunicarse con la gente de manera adecuada.
Se necesita operar sobre plataformas de IoT específicas que nos permitan observar la interacción entre los distintos dispositivos de la infraestructura. Estas plataformas ofrecen:
- Protocolos de integración de datos standard, que ya fueron probados en cientos de soluciones previas.
- Almacenamiento de datos en forma segura.
- Exposición de APIs. Mediante estas interfases podemos recuperar los datos recolectados de las múltiples aplicaciones: web, móvil, integración en sistemas IT existentes.
- Tratamiento de datos
El hardware está compuesto por microprocesadores/microcontroladores y los sensores.
Las comunicaciones deben ser de bajo consumo. Pueden ser mediante tecnologías inhalámbricas wi-fi o bluetooth para distancias de metros. Para áreas más alejadas se requiere otras tecnologías Low power Wide Area Network (LPWAN), con una banda ultra-estrecha, de bajo consumo energético, largo alcance y hardware de bajo costo.
Finalmente, en IoT es necesario monitorear, almacenar y también analizar la información. Para ello las plataformas son las encargadas de conectar los objetos punto a punto.
Cloud computing o Computación en la nube
Hace un tiempo se empieza a ver que las empresas operan en la “nube”.
La nube puede ser infraestructura, plataforma o software; es decir, puede ser una aplicación a la que se accede a través del escritorio y se ejecuta inmediatamente tras su descarga, o bien un servidor al que invoca cuando se necesite.
Cloud computing es un modelo de pago por uso, que facilita un acceso bajo demanda a la red, disponible y adecuado a un pool de recursos configurables de computación (redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones, servicios) que puede proporcionarse y revisarse en un esfuerzo de gestión mínima con el proveedor de servicios.
Las empresas proveedoras de la nube pueden suministrar y controlar los servicios con eficacia a través de mediciones basadas por ejemplo en la cantidad de datos almacenados, el ancho de banda o la cantidad y potencia del procesamiento utilizado.
El modelo de la nube, se compone de cinco características esenciales, tres modelos de servicio y cuatro modelos de despliegue, según el NIST (National Institute of Standards and Technology – EEUU):
Sistemas integrados de información
La captura de datos de los diferentes procesos de una organización pretende generar información de valor. Luego con esta información queremos desarrollar un conocimiento.
Este flujo de “datos-información-conocimiento” es lo que explica un sistema integrado.
Los sistemas de información nos permiten comunicarnos. Ahora bien, cuando hay demasiada información llamamos “infoxicación” y cuando falta podemos indicar que hay una cierta “desinformación”.
Existen un par de postulados a tener en cuenta: a mayor uso de papel, y de envío de correos electrónicos en una organización se tiene un menor grado de digitalización, y a mayor número de archivos compartidos en la nube también se tiene menor grado de digitalización.
Los tipos de sistemas de información empresarial CRM (Customer Relationship Management), SCM (Supply Chain Management), ERP (Enterprise Resource Planning) se pueden visualizar en el siguiente esquema:
Los sistemas de información están integrados cuando presentan una visión integral, homogénea y única de los distintos aspectos que describen una organización. Cuando no está integrados se verifica que hay redundancia en la captura de datos, hay problemas de almacenamiento y fragmentación de la información, y aparecen los problemas de interfaz (coexistencia de equipos antiguos y nuevos).
El verdadero ahorro de evitar el papel no está dado por el costo(insignificante), sino por un ahorro real de tiempo/persona dedicado a cada papel que circula en la empresa, y por el tiempo requerido para tener una información actualizada en soporte papel.
En un sistema integrado se deben analizar los procesos claves y los procesos de apoyo. El punto de partida requiere de un modelado de estos procesos mencionados de una forma unificada y estandarizada (BPM- Business Process Management). Este modelado BPM se requiere para una mejora a realizar, para relevar y documentar y para la incorporación de un nuevo proceso. Vale aclarar que este modelado no se adquiere, sino que se desarrolla internamente.
A continuación, se deja un ejemplo del modelado de procesos que se podría llevar a cabo en el área de Compras de una empresa:
Se puede mencionar a la “robotización de procesos” (RPA) como un software que tiene como objetivo automatizar un proceso, optimizar el tiempo de ejecución y minimizar los errores. Para lo cual hay que evaluar costo-beneficio; no es un robot físico, es una solución basada en un software que emula y lleva a cabo las tareas o procesos operativos los cuales son repetitivos y desarrollados por las personas.
Otro aspecto a considerar en los sistemas integrados. Cuando se aborda la gestión de riesgos que se puedan dar en una organización, éstos se deben clasificar de acuerdo a la probabilidad de ocurrencia y del impacto, para lo cual se usa como herramienta una “matriz de riesgos”.
El punto central de por qué se debe pensar en una TD, es para satisfacer las necesidades del cliente en forma anticipada y sostenible, y antes que la competencia.