El bienestar animal aplica la ciencia para cuidar nuestros animales y generar un impacto productivo en los predios lecheros.
Es en ese contexto que el Comité de Bienestar Animal del Consorcio Lechero, el que agrupa a investigadores, asesores, docentes y productores de leche, ha desarrollado protocolos que contribuyen a que se pueda aplicar esta disciplina a nivel de predios lecheros.
“Protocolo de Bienestar Animal para el Sector Lácteo: Terneros y terneras de lechería” es la publicación que acaba de presentar este comité, tras un trabajo apoyado por 20 investigadores, consultores y académicos.
“Hoy el bienestar animal es conocido por los productores lecheros y no es una moda. Es una ciencia con impacto productivo y aplicarlo en los predios tiene un efecto notable. Como Consorcio Lechero, este tipo de protocolos lo comenzamos en la lactancia de los rebaños y hoy compartimos las herramientas para aplicarlo en ternerera y en la recría”, destaca la coordinadora de Bienestar Animal del Consorcio Lechero, Alejandra Viedma.
Este protocolo incluye recomendaciones en buenos manejos y prácticas, todos los cuales poseen indicadores que pueden ser medidos, lo que aporta a que el productor y su equipo puedan revisar lo que hacen y, eventualmente, hacer cambios.
“Si logro medir, sabré el impacto productivo de las prácticas, con ello obtendré mejoras en producción de las vacas y ganancia de peso en los terneros machos, por ejemplo”.
Este protocolo tiene como autores a la Dra. Ana Strappini y Paulina Campos, junto al director de INIA Remehue, Sergio Iraira, quienes fueron apoyados por el Comité en la revisión, pertinencia y mejoramiento de los contenidos presentados. “Este modo de trabajar nos ha dado mucha fuerza como grupo, ya que estamos uniendo la visión de consultores en terreno, junto a académicos e investigadores, además del aporte de productores. Esto nos contribuye a ir avanzando y dando una mirada con visión científica y totalmente aplicable en los sistemas productivos”.
SUSTENTABILIDAD Y PRODUCCIÓN
Desde el punto de vista de la sustentabilidad y bienestar animal, el protocolo contribuye a mejorar el impacto económico de las buenas prácticas en terneros y terneras y la producción. “Al seguir este protocolo, se reafirma la responsabilidad de un sector productivo que entrega alimentos obtenidos con buenas prácticas, lo cual es importante para la sociedad, los productores y los consumidores”, destaca Alejandra Viedma.
Un tema que resaltaron en el lanzamiento es que varios puntos de este protocolo se realizan en forma normal a nivel de predios. Con esta herramienta, es posible medirlos y, sobre todo, mejorarlos cuando sea necesario.
El director de INIA Los Lagos, Sergio Iraira, es uno de los autores del protocolo y expuso que una buena crianza y recría contribuirán a que se exprese el potencial en crecimiento y desarrollo deseados, “lo que entregará una hembra mejor productora de leche y, en los machos, permite un mejor despegue para tener luego un novillo más desarrollado”.
Con una buena crianza hasta el destete, explicó Iraira, el impacto se puede traducir en una producción de leche que puede subir entre 800 y 1.100 litros, junto con una buena ganancia de peso. “Esto es una suma de buen manejo de la alimentación, uso de calostro, mejores instalaciones, todo lo que apunta a que todo lo que consuma la ternera y el ternero, lo destine a ganancia de peso”.
La sustentabilidad implica rentabilidad y la viabilidad del negocio en el tiempo. Con una buena crianza, aporta Iraira, se obtendrá una hembra preparada al primer parto para un buen nivel de producción de leche. “Una buena crianza y recría me permitirá tener un animal pariendo a los 24 meses, que es clave para la rentabilidad y proyección del sistema. Un animal con menos tiempo de vida improductiva y con más litros producidos, entregará más leche desde el primer día post parición; el retorno de los costos de la cría y recría es más rápido, se baja en costos de reposición, retorno más rápido y los ingresos llegan en forma más temprana”.
Todo el proceso productivo parte con buena crianza, resume Iraira. “Es mejorar el ambiente, la sanidad y la alimentación. Este protocolo lo reúne y entrega las herramientas, por lo que destacamos que el bienestar animal entrega herramientas simples y llevaderas, que son una inversión para mejorar la viabilidad, rentabilidad y sustentabilidad de la actividad productiva”.
La Dra. Ana Strappini resalta que este protocolo contribuye a monitorear el funcionamiento de un sistema de crianza de terneros. “Como dice la Dra. Temple Grandin “no se puede mejorar, aquello que no se mide” así, por ejemplo, es necesario medir la calidad del calostro que le damos a los terneros en sus primeras horas de vida, lo cual está detalladamente informado en este protocolo”.
“Me interesaría –dijo la investigadora- que el uso de este protocolo contribuya a cambiar la percepción que los productores tienen en general de la ternerera, algunos de los cuales la describen como un problema o en buen chileno, como “un cacho”. Espero que el uso de este protocolo le permita al productor tomar conciencia del impacto que tienen los buenos manejos sobre la salud y futura vida productiva de los terneros, y que es una inversión con retorno”.
Hoy sabemos que el bienestar animal es un componente fundamental de un sistema de producción sustentable. Un animal con confort, sano, bien alimentado y con oportunidades para expresar conductas naturales para su especie, se enfermará menos, por lo que usaremos menos antimicrobianos, tendrá mejores ganancias diarias de peso, las hembras lograrán una edad adecuada al primer encaste y, a largo plazo, una buena producción de leche y dará origen a vacas más longevas
“A través de esta nueva herramienta, concluye la Dra. Strappini, se muestra la preocupación del Consorcio Lechero en trabajar en sistemas productivos más éticos y sostenibles. Actualmente, la comunidad (consumidores) exigen que los animales reciban un trato humanitario, por lo cual es importante contar con personal capacitado en el tema. En este protocolo se muestra cómo podemos evaluar la calidad de la relación humano-animal, por ejemplo, entre otros indicadores”.
La Dra. Paulina Campos, médico veterinario especializada en crianza de Cooprinsem, destacó en el lanzamiento que es importante que usen este protocolo como pauta de evaluación, para ver puntos débiles y falencias a mejorar.
En lo que más se repite, el calostreo de los teneremos, para apresurar inmunidad; una muy buena nutrición, que tiene que ver con dar los aportes para cubrir su desarrollo, pensando en la preparación del sustituto y el concentrado. También está preocuparse del estado de las camas, espesor, comodidad, si está seco, todo incide en el confort, y repercute en salud y conducta del animal.
“La idea es que este protocolo lo lleve el productor, como también sus asesores, que ojalá lo evalúe alguien externo al campo, para que tenga la validez y objetividad en las mediciones. Lo importante es que se capaciten en él asesores y colegas veterinarios”.
Desde el punto de vista nutricional, el aporte que tiene lograr una buena alimentación es que ayuda a la inmunidad, y previene indirectamente la aparición de enfermedades.
PROYECCIÓN.
Este protocolo puede ser descargado en forma gratuita, al igual que todas las publicaciones del Consorcio Lechero, desde https://bit.ly/3yjYTPP. En Youtube está disponible un video tutorial en el cual se entrega en forma didáctica las principales herramientas de uso de este nuevo material técnico: https://youtu.be/TjUu5lAEo2s
Tras la presentación de este aporte técnico, el Comité de Bienestar Animal del Consorcio Lechero continuará con la preparación del protocolo de vacas en período de transición, cerrando el ciclo de producción.