Este es el momento para hacer la mantención de los caminos o callejones de lechería, sobre todo para hacerlo en condiciones de menor lluvia, para evitar que se puedan formar barriales.
Esto lo compartimos en una nueva edición de la columna del Consorcio Lechero CL Contigo, en la cual destacamos la importancia de hacer este manejo durante el verano.
Desde Producción Primaria del Consorcio Lechero, la recomendación está en aprovechar el buen tiempo. “Las vacas lo agradecerán. Las lesiones podales son una preocupación grande desde el bienestar animal y que va en contra de una lechería sostenible. Nos preocupa porque una de las tres principales causas de descarte son las cojeras. Las pérdidas económicas mayores no son las visibles por tratamientos o manejos, si no que la disminución de la productividad: la vaca disminuye su tiempo de alimentación, produce menos leche, con el descarte se pierden las lactancias actual y futuras, se acorta la vida productiva de la vaca”, resalta Alejandra Viedma, coordinadora del área.
El verano es un buen momento para hacer mejoramientos en los callejones y en los accesos a corrales. “Se recomienda que ojalá sea un camino exclusivo para las vacas. Cuando no ocurre, se acumula materia orgánica y los tractores van levantando material sobre todo en invierno, en que se suelta. Si pudieran ser caminos separados, mejor”. explica el integrante del Comité de Bienestar Animal CL, José Borkert.
El ancho del camino dependerá del lote de rebaños que se maneje, tal como lo presenta la ficha adjunta. Para menos de 120 vacas, 5 metros de ancho. De 120 a 250 vacas, 5,5; 250 a 350, 6 metros; 350 a 450 vacas, 6,50; y, sobre 450, 7 metros o más.
Se debe buscar que al centro del camino exista una pendiente de 8%, para que escurra el agua. Si es de 5 metros de ancho, la altura en el centro debe ser de 20 cm. Siempre preocuparse del escurrimiento, que será ideal para prolongar la vida útil.
Al establecer el camino nuevo, se saca una capa completa de tierra. Sobre eso se pone el estabilizado grueso y estabilizado fino. La geomembrana, cuando se puede, se comporta como un contenedor del material. Posteriormente, se compacta.
El Dr. Borkert explica que en la mantención, ojalá evitar el ripio, por la piedrecilla. Lo ideal es usar maicillo. “Más que el tipo de material, tenemos que entender que cuando se hace camino para vacas, cualquier material que se estabilice y no se rompa, debe tener una mantención anual permanente: agregar material, compactar y darle la forma nuevamente. Eso es lo que se llama la recarga”. Si se ha usado rodillo compactador, una vez hecho este proceso, si es posible dejar reposar el material compactado por lo menos un mes
Otra alternativa es usar caminos o veredas de concreto, más costosos, son una buena alternativa, pero no exenta de mantención. Usado con goma tiene un efecto de cambio de comportamiento, disminuyen cojeras y aumenta la velocidad de desplazamiento. La investigadora Elke Hein explica que pasan de avanzar desde 1,5 km/hora a 4,5 km/hora. Esto incrementa el consumo de pradera, la velocidad de flujo y facilita arreo. En los patios de espera, se incrementaba los signos de celos, las vacas montaban más, eligieron piso cubierto, presentaron más signos de seguridad en desplazamientos,
En las conexiones con el concreto de las veredas, debiera ir un muro de unos 15 a 20 cm de alto, por el ancho de la vereda, para que las piedras choquen con el muro y queden ahí, para que las vacas puedan arrastrarlas con las patas. En la losa, antes de ingresar a patio de espera, se recomienda usar goma de calidad.
“Nuestro mensaje es que la mantención anual no se puede dejar de hacer, recargar siempre los caminos ojalá todos los años; evaluar alcantarillas para evitar inundaciones. Siempre recorrer los caminos y revisar los puntos que revientan. El momento ideal es el verano, porque la pezuña de la vaca en esta época está más dura y resistente”.