Desde el 2017 se ha potenciado el intercambio productivo del sector lechero, inicio que se gestó con el conocimiento de los procesos productivos de Nueva Zelandia, quienes se han avocado a la investigación e innovación del desarrollo de la industria.
Dentro de este mismo contexto, asesores chilenos y uruguayos viajaron el 2018 a Nueva Zelandia para tomar los conocimientos de su desarrollo industrial, lo cual sirvió de insumos que fueron traspasados a los productores lecheros.
Actualmente, en este proceso de intercambio de desarrollo productivo, nos visitaron dos expertos neozelandeses en el área del pastoreo, miembros de Dairy NZ, organismo que, desde la investigación y los servicios, hasta la educación, las políticas y la estrategia de la industria láctea, fomentan los procesos vinculados a la lechería. El objetivo de su visita fue conocer la realidad de algunos productores de leche nacional y participar como expositores en una Jornada de actualización de conocimientos y compartir su experiencia con clientes y el equipo de BEST-fed.
“Tony Coltman, dirige y está presente en cada detalle de su empresa, con un rebaño de 3.400 vacas ha logrado en los últimos 3 años los mejores resultados productivos y económicos de toda la base de datos de Dairy NZ (organismo que se realiza investigación y extensión en producción lechera en Nueva Zelanda). Coltman, logra utilizar 18,6 ton MS/ha principalmente en pastoreo, lo anterior lo transforma en uno de los mejores productores de leche en base a pasto del mundo. Virginia Serra, quien ha sido consultora jefa de Dairy NZ para Canterbury y Otago y hoy está a cargo de un proyecto de Dairy NZ en el desarrollo de nuevos sistemas productivos y co-innovación, para ayudar a los productores a adaptarse a los cambios en las regulaciones ambientales y otros desafíos, como la escasez de recursos humanos y bienestar animal, entre otros” explicó Robert Cussen, gerente de Best-fed, empresa socia del Consorcio Lechero.
En su visita a Chile, ambos destacaron el potencial del país para el desarrollo de la industria con miras internacionales, “los predios que visité eran bien manejados y alcanzaban una producción sobresaliente”, manifiesta Tony Coltman, quien también observó que existe una muy alta suplementación y que los propietarios estaban algo frustrados por el desempeño económico, “pero ávidos de ver nuevas formas de hacer las cosas”.
Sobre lo mismo, Virginia Serra destacó que “vimos un área con mucho potencial para la producción de pasto, con suelos muy buenos y con un manejo de los animales excelente”, destacando que existen muchas oportunidades para cosechar más pasto, lo que se traducen en desafíos, ya que se debe superar la distribución de las precipitaciones entre otras variables, las cuales destaca como puntos que se “pueden superarse para incrementar el uso de un recurso que está disponible: el pasto”.
Las precipitaciones son una variable fundamental para el productor chileno, ya que el clima templado, sumado a la excelente calidad del suelo “es muy adecuado para el crecimiento de las ballicas. El precio de la tierra no es alto, en comparación a Nueva Zelanda. Hay buenas oportunidades para producir y utilizar más pasto, de modo de simplificar los sistemas productivos”, destaca Coltman, al definir las fortaleza y oportunidades de la industria lechera nacional.
El productor lechero
Coltman, reconocido productor y empresario lechero, dialogó con sus pares nacionales, quienes reconocieron en él su desarrollo en la industria por estar siempre centrado en los detalles dentro de cada parte del negocio. “Soy muy activo en la industria y enfocado en aprendizaje continuo, me mantengo actualizado con los desafíos que enfrentamos como productores. Busco el foco en un alto desempeño y mantenerme competitivo” explicó al aconsejar a los lecheros chilenos, destacando que “para mi también ha sido bueno contar con buenos accionistas, que me apoyan mucho en lo que hago”.
Virginia Serra destaca que “hay productores muy buenos que saben manejar bien las vacas y que pueden producir mucha leche. Con mucho enfoque en lograr buenos resultados por animal y quizás menos en manejar el pasto para maximizar su producción y utilización”, destacando que como en todos lados, “hay productores que conocen muy bien sus costos de producción y se enfocan en minimizarlos y también hay otros, que no los tienen tan claros y no los consideran tan importantes”.
Para Coltman, los productores nacionales son buenas personas, que trabajan muchos, pero “preocupados por el alza de los costos y la falta de buenos márgenes. Se han quedado pegados en un sistema ocupado, complejo e intensivo, que es muy dependiente del control de los procesos e involucramiento permanente de los propietarios”, afirma recordando que en la cultura de la industria de la leche, prima el negocio familiar, algo que no siempre juega a favor, ya que “cuesta mantener a la familia involucrada en el negocio y atraer personal calificado, por estos mismos motivos”.
Claves de una lechería rentable
Virginia Serra, en su rol de experta y asesora de Dairy NZ, ha observado que los procesos son exitosos si existe una buena planificación focalizada en los logros, alineados a una estrategia que defina un sistema que posea una mínima inversión, complementada de una buena genética del animal, la cual debe ser adecuada para la producción, “logrando un máximo consumo de MS producida en el establecimiento por hectárea”.
“La lechería chilena y cada productor debe decidir cuales son sus palancas de rentabilidad. Un buen empresario al frente del negocio y buen equipo de trabajo, una alineación de los objetivos y estrategia, un bajo costo de producción por litro, una alineación de la demanda animal con la producción de pasto, un máximo consumo de MS producida en el establecimiento por hectárea, una buena genética animal adecuada al sistema productivo y bien manejada y una mínima inversión para el sistema que manejan, son la clave de la rentabilidad”.