Vivimos en un mundo cambiante, lleno de retos y desafíos nunca vistos por la humanidad, lo que fue aún más evidente luego de un año como el 2020.
La sustentabilidad es la forma de desarrollarnos y proyectarnos en este contexto lleno de incertidumbres y cambios. Este concepto engloba los ámbitos económico, social y ambiental y nos permite ser más resilientes a los grandes cambios, ser flexiblespara adaptarlos y trabajar colaborativamente para resolver los problemas complejos que requieren de más de una mirada.
Hay muchas formas de percibir el mundo cambiante que vivimos, pero la más tangible para nosotros es cómo nuestro consumidor nos exige cada vez más, quiere conocer los procesos y el origen de los alimentos y quiere que le aseguremos que nuestros productos son sanos, inocuos, sabrosos, que cuiden el medioambiente, las personas y el bienestar animal y todo a un precio alcanzable.
El consumidor, además, quiere ver cómo lo estamos haciendo y no le bastará solo con declararlo. “Creemos que hemos avanzado en varios frentes de la sustentabilidad, pero éste es un camino y tenemos la convicción que todos en la cadena láctea tenemos un rol en asegurar que nuestros productos sean sustentables, nuestro rol como Consorcio Lechero es articular las acciones y comunicarlo a la comunidad”, destaca Octavio Oltra, gerente del Consorcio Lechero.
¿Y cómo podemos llevar a cabo esta enorme tarea? Aquí es donde el trabajo colaborativo expresa su mayor valor, cuando los desafíos son grandes y complejos, por tanto, no pueden ser abordados sólo por un actor o un eslabón de la cadena. “Al servicio de esta tarea hay que poner todas las capacidades y experiencias que tenemos a nuestro alcance y utilizar el conocimiento y las soluciones tecnológicas como nuestros aliados. También hay que priorizar, pues claramente no podemos abarcar todos los temas al mismo tiempo”
Esta priorización es la que se realizó en la Agenda de Desarrollo Sustentable para el Sector Lácteo de Chile, y aquí se comparten las principales claves de la lechería sustentable nacional.
1) Las personas en el centro de nuestro trabajo: Un tema clave para la sustentabilidad sectorial es la formación de personas que estén dispuestas a desarrollar su vida laboral en el campo y la lechería. Apoyar la capacitación y el trabajo vocacional, atrayendo a jóvenes que quieran desarrollarse en este campo es un desafío para la sustentabilidad del sector.
Con tecnologías como la ordeña robótica, manejo de pastoreo de excelencia, agricultura de precisión y el riego, se requieren personas que tengan la vocación y conocimiento para colaborar en estos procesos productivos.
El desafío sectorial parte desde la formación pertinente en las aulas y en el predio, como también en las condiciones laborales que tengan para asegurar fidelización y baja rotación de personal. Para avanzar, es vital aportar desde la formación continua y la capacitación, por ejemplo, a través de herramientas digitales, sobre todo en un contexto de imposibilidad de hacer clases presenciales.
2) La salud y el bienestar animal del rebaño, que parte por la preocupación por una buena alimentación, acceso al agua, un buen trato, libre de enfermedades y en un espacio donde pueda desarrollarse sin problemas. Esto impacta en lo productivo, ya que será notorio el efecto en el ganado. “Si bien parece evidente, forma parte de las acciones con las cuales debe hacerse el manejo. Lo que hemos preconizado es que no se trata de acciones que impliquen una inversión cuantiosa, si no que es el “desde” al momento de pensar en lo productivo y manejo del ganado”, destaca Alejandra Viedma, encargada de Producción Primaria del Consorcio Lechero.
Acceso a agua de buena calidad en forma abundante; ventilación e iluminación en ternereras y establos; caminos y callejones adecuados; y medidas que eviten el estrés calórico contribuirán a que el rebaño esté en buenas condiciones.
Los protocolos de bienestar animal desarrollados por el Consorcio Lechero, permiten al productor y a sus colaboradores conocer los parámetros más importantes y monitorear el mejoramiento en las condiciones de su ganado.
Las mastitis y enfermedades mamarias reducen la producción y la vida productiva. Avanzar en el mejoramiento de la calidad de leche impacta la salud del rebaño y en el retorno económico que recibe el productor. El trabajo preventivo y personal capacitado es el punto de partida.
Salud, bienestar animal y medioambiente se conjugan. Por ejemplo, una investigación internacional liderada en Chile por el Consorcio Lechero en un trabajo al alero del Dairy Sustainability Framework, presentada en la COP 25 de 2019 demostró que la buena salud del rumen lograda a través de una nutrición de calidad, impactará positivamente en la emisión de menos gases efecto invernadero como el metano, indica la coordinadora del área de Sustentabilidad del Consorcio Lechero, Natalie Jones .
Aumentar la vida productiva del ganado lechero es un imperativo. Tanto el preparto como la crianza de las terneras son vitales en construir la vida productiva de las vacas futuras.
Rebaños más longevos aumentan la producción vitalicia de las vacas y esto está estrechamente relacionado con un menor impacto climático, ya que se disminuyen los kg CO2 equivalente/por kg de leche producido.
Las cojeras son una de las mayores causas de eliminación del rebaño. Una herramienta tecnológica es impulsar un enfoque preventivo en salud podal, lo cual forma parte de las acciones realizadas por el Consorcio Lechero. Recorte de pezuñas y monitoreo permanente con personal entrenado son la base del manejo, impacta directamente en las condiciones de vida del rebaño. Lesiones no detectadas a tiempo pueden generar cojeras irreversibles, con el consiguiente dolor y deterioro en el volumen de leche producido.
3) Uso adecuado de los purines. En el sur de Chile, el uso de los residuos líquidos y sólidos generados por la producción de leche, requieren un manejo adecuado. La extensa investigación desarrollada por Inia Remehue es elocuente y reafirma el valor de los purines como un aporte en el balance de nitrógeno, fósforo y potasio, junto con contribuir a una mejor condición del suelo y su estructura. Su uso intrapredial es clave para un buen manejo ambiental.“Son un recurso, no un desecho. Ese cambio de mirada es clave para ponerlos en valor y darles un uso adecuado, cuyo beneficio ya está probado”, destaca Octavio Oltra. El almacenamiento adecuado y la aplicación correcta serán vitales para el éxito de su uso.
4) Eficiencia en el uso del agua. Avanzar en el aprovechamiento y cuidado de los recursos hídricos es un imperativo. Esta protección no sólo debe ser aplicada para evitar la contaminación, sino que también en hacer un uso adecuado del riego, para lograr el efecto deseado en los cultivos y praderas.
Agronómicamente, el riego tiene una respuesta indiscutible y permite la sustentabilidad de los sistemas basados en praderas y cultivos suplementarios, siempre que se haya solucionado desafíos como la fertilidad del suelo y el manejo de pastoreo. La herramienta tecnológica es simple: buena calibración, calendarización y operación de los equipos de riego impactarán positivamente en el proceso, permitiendo ahorro en energía y en agua.
5) Eficiencia en el uso de los recursos productivos
La gran ventaja de mejorar la eficiencia en la producción de leche es que siempre se gana. Por un lado, se gana en términos económicos, por la disminución de costos o por el aumento de productividad y por otro se disminuye los desechos. En este contexto, los gases de efecto invernadero (GEI), a pesar de que a nivel nacional las vacas lecheras sólo aportan el 0,9% del inventario de gases, son un tema importante para los consumidores. Para el caso del gas metano (nuestro principal GEI), se cumple la misma máxima de la eficiencia. Este es un gas de desecho que, cuando somos más eficientes en la alimentación de las vacas lecheras, disminuye su producción en el rumen, lo que repercute también en una mayor producción. Así lo han comprobado en las investigaciones realizadas en INIA Remehue, pues al alimentar las vacas con una pradera de mejor calidad y con el pastoreo adecuado, disminuye la producción de metano y aumenta la producción de leche. Esta es una gran herramienta para nuestros sistemas pastoriles que junto con otras que se están investigando como la selección genética y el uso de aditivos en la ración de vacas lecheras, permitirán mejorar las estrategias para disminuir aún más las emisiones de metano al ambiente y a la vez producir más leche.
Mayor eficiencia en uso de recursos energéticos es otra área relevante donde se expresa esta ganancia. Donde el uso de artefactos y bombas adecuadas o en buen estado y el uso de tecnologías como intercambiadores de calor entre otras, pueden ayudarnos a mejorar nuestra eficiencia y disminuir nuestros costos.
Los avances en sustentabilidad
En 2014, luego de la participación en las actividades de la Federación Internacional de Lechería, IDF, se tomó la decisión institucional de avanzar en sustentabilidad en el sector lechero de Chile. Las primeras acciones se centraron en bienestar animal, para luego ver aspectos como la producción de praderas y los purines. En 2018 se presentó la Agenda de Desarrollo Sustentable de Chile, que contó con la participación de más de 300 actores sectoriales en su preparación.
La coordinadora del área de Sustentabilidad del Consorcio Lechero, Natalie Jones, informó que durante 2021 “presentaremos los avances logrados, donde destacan el Estándar de Sustentabilidad de Predios Lecheros a través del Programa Chile Origen Consciente del Ministerio de Agricultura. Se agrega el trabajo que está haciendo la industria en el Acuerdo de Producción Limpia Industria Procesadora Láctea Sustentable”.